Si te has sentido un poco hinchada, molesta, fatigada o simplemente extraña o incómoda, es probable que tenga algo que ver con tus hormonas. Si bien, es normal que nuestros niveles hormonales cambien constantemente, cuando estos cambios se vuelven irregulares entonces pueden provocar efectos notorios en nuestro humor, sistema digestivo, rostro e incluso cabello y uñas.
Lo que es más sorprendente aún es que pocas personas son conscientes de cuán delicados son nuestros ciclos hormonales y cómo pueden verse afectados por cosas tan sencillas como nuestra alimentación. A continuación te presentamos una lista de cinco alimentos comunes que pueden interferir con tus ciclos hormonales. No obstante, es importante aclarar que cada cuerpo es distinto y algunos de estos pueden no tener efectos visibles en algunas personas.
Una buena recomendación es llevar un diario, cada que notes algunos de los efectos que describimos arriba, escribe cuáles son los efectos y qué alimentos consumiste ese día. Este ejercicio te permitirá identificar qué alimentos son tus detonantes y así podrás evitarlos.
1. Azúcar
¡Sí! Un alimento tan común y abundante en nuestro mundo actual de hecho es uno de los irruptores hormonales más comunes.Al consumir azúcar en exceso, el páncreas libera insulina para ayudar a nivelar el azúcar en la sangre. Al consumir azúcar en exceso más insulina se libera en el torrente sanguíneo, esto puede provocar fatiga y cambios de humor y, en casos extremos, provocar resistencia a la insulina. Además, el azúcar también puede afectar los niveles de leptina, provocando antojos de más alimentos dulces, provocando un círculo vicioso.
Como si lo anterior no fuera suficiente, el consumo de azúcar provoca la producción de cortisol, una hormona que no sólo causa estrés sino que puede ser un detonante de inflamación.
2. Cafeína
Sí, todos amamos un buen café por la mañana, no obstante tal vez querrás pensarlo dos veces antes de tomar una segunda taza. La cafeína es un detonante común de hormonas como la adrenalina y el cortisol, ambas excelentes para mantenerse alerta pero que también pueden elevar la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y causar tensión muscular y dolores de cabeza.
Además, algo que seguramente no sabías, es que la cafeína también puede causar resistencia a la insulina. Además de aumentar los niveles de Ghrelina (la hormona del hambre) y disminuir los niveles de leptina (la hormona de la saciedad), haciendo más difícil reconocer las necesidades de tu cuerpo.
3. Endulzante artificiales
Aunque suelen ser vendidos como una alternativa más saludable al azúcar tradicional, en realidad pueden tener efectos duraderos en las hormonas. Estos endulzantes engañan al cuerpo, al aumentar tus niveles de glucosa, haciendo que el páncreas libere insulina, no obstante, como no existe azúcar para descomponer, esta insulina no tiene ningún trabajo que hacer en tu cuerpo por lo que permanece en la sangre haciéndote proclive a desarrollar resistencia a la insulina.
Además, la mayoría de los endulzantes artificiales, además, suelen interferir con el microbioma de tu aparato digestivo, provocando padecimientos como inflamación e indigestión.
4. Alcohol
El alcohol es un disruptor hormonal, pero algunas bebidas alcohólicas pueden causar más daño que otras. De hecho, beber una copa de vino ocasionalmente puede ser incluso benéfico para tu salud, no obstante consumir múltiples copas de manera muy seguida podría tener consecuencias hormonales.
El alcohol puede incrementar los niveles de estrógeno al interferir con el metabolismo de esta hormona, provocando inflamación, irregularidades menstruales e incluso aumento de peso y retención de líquidos. Asimismo, el consumo de alcohol está relacionado con problemas en la función de la tiroides y la salud del hígado, provocando problemas de humor y de sueño.
La buena noticia es que es posible evitar estos alimentos siempre que sea posible, recuerda llevar tu diario de alimentos para saber cuáles de estos alimentos podrían estar interfiriendo con tus hormonas.
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